Uno de los mayores temores luego de haber lidiado contra el cáncer tras una prostatectomía radical, es la recuperación de las funciones sexuales, puesto que como efecto secundario postoperatorio frecuentemente el paciente presenta disfunción eréctil.

No obstante, el desarrollo de la tecnología y los constantes experimentos para probar la efectividad de distintos procedimientos quirúrgicos permiten evaluar las posibles complicaciones entre tipos de intervenciones, siendo las más usadas en este caso el abordaje abierto, laparoscópico y robótico.

¿Cuál es el tratamiento más conveniente?

Estudios comparativos entre la cirugía abierta y robótica, han revelado que pacientes con riesgo bajo e intermedio recuperan la función eréctil más pronto con el segundo de estos métodos, no si bien el primero ofrece una ligera ventaja en la recuperación de esta capacidad en pacientes de alto riesgo, aunque con un tiempo de espera mayor.

A estas y otras conclusiones, llegaron investigadores europeos luego de haber comparado los resultados de 753 hombres intervenidos de forma abierta y 1792 por medio de asistencia robótica, a quienes se evaluó en su capacidad eréctil previamente a ser operados y luego de 3, 12 y 24 meses posteriores a ello.

Entre los datos más destacables se encuentran:

• 1702 pacientes de riesgo bajo e intermedio operados con robot mostraron mayor recuperación eréctil a los 3 meses de la cirugía.
• La cirugía abierta obtuvo buena respuesta en pacientes de alto riesgo, quienes recuperaron la función eréctil hasta los 24 meses posteriores a la intervención.
• La cirugía robótica presentó en general un mejor grado de preservación del paquete neurovascular (estructuras alrededor de la próstata encargadas de mantener la función eréctil).
• La tasa de recaída de cáncer en individuos de alto riesgo es mayor en pacientes sometidos a operación abierta.
• El número de recaídas de pacientes de riesgo leve y moderado, fueron similares en ambos tipos de operación.

Como puede observarse, en general la operación de próstata robótica ofrece mayores ventajas respecto a la abierta, aunque esto dependerá siempre de la evaluación del especialista, quien podrá determinar el método más conveniente para cada caso en particular e incluso sugerir otros, como la operación laparoscópica, que podría decirse que está entre las dos antes descritas puesto que si bien no es tan precisa como la robótica, tampoco es tan invasiva como la abierta, lo que propicia también una buena recuperación.