El cáncer de riñón es el crecimiento de células malignas en el revestimiento de los riñones. El cáncer de riñón se desencadena cuando algunas células renales adquieren mutaciones en su ADN y crecen y se reproducen rápidamente, cuando hay una gran acumulación de células anormales se crea un tumor que puede extenderse más allá del riñón.

Este tipo de cáncer afecta sobre todo a adultos mayores de 65 años y al igual que otros tipos de cáncer no presenta síntomas durante sus primeras etapas. Sin embargo, cuando el cáncer está más avanzado el paciente puede manifestar signos como pérdida de apetito, dolor en la espalda o en los costados del cuerpo, sangre en la orina, cansancio, fiebre intermitente y pérdida de peso sin causa aparente.

Los principales factores de riesgo del cáncer son: el tabaquismo, edad avanzada, obesidad, presión arterial alta, estar en tratamiento por insuficiencia renal, antecedentes familiares de cáncer renal y algunos síndromes hereditarios.

El tratamiento para el cáncer de riñón dependerá de factores como el estado de salud en general del paciente, el tipo de cáncer de riñón y si éste se ha extendido a otras partes. Los tratamientos más comunes para combatir esta enfermedad son los procedimientos quirúrgicos ya que a través de estos se logra extirpar el tumor y se preserva la función renal normal. Los principales métodos de cirugía que se utilizan son:

• Nefrectomía radical: este procedimiento consiste en la extracción total del riñón afectado, así como de tejidos circundantes adicionales como la glándula suprarrenal o los ganglios linfáticos.
• Nefrectomía parcial: en esta intervención el cirujano sólo quita el tumor y una pequeña porción de tejido sano circundante en lugar de extirpar por completo el riñón.

Ya sea que se trate de una nefrectomía parcial o radical ésta puede realizarse de tres formas. La más común es a través de una cirugía abierta donde el médico hace una gran incisión en el abdomen del paciente para realizar la extracción del riñón.

El otro método es la nefrectomía laparoscópica, ésta se realiza a través de pequeñas incisiones en el abdomen por donde se  introducen los instrumentos y una cámara que ayuda al médico a observar el procedimiento.

El último procedimiento es una nefrectomía robótica, que como su nombre lo dice consiste en un cirugía robótica, al igual que la laparoscópica sólo se hacen pequeñas incisiones en el paciente y el médico controla los instrumentos que son manejados por un robot,  a través de una consola.

La prostatectomía es el procedimiento más avanzado gracias a la precisión que brinda, con esta técnica el médico puede extirpar milimétricamente el tejido dañado y los riesgos son menores.

La nefrectomía laparoscópica el tipo de cirugía que se realice al paciente dependerá de varios factores que el médico especialista determinará. A pesar de  que la nefrectomía robótica es la cirugía más segura no todos los médicos la realizan ya que requiere de una alta especialización y un entrenamiento especial.

En México el urólogo Dr. Rodrigo León es uno de los pocos médicos que está capacitado para hacer este tipo de intervenciones. Su preparación la realizó en instancias internacionales y las cirugías que practica tienen bajos niveles de complicaciones, por lo que su tasa de éxito es muy alta.