Cirugía Urológica Laparoscópica
DEFINICIÓN
La cirugía laparoscópica o laparoscopia en urología es un procedimiento que permite que el urólogo tenga una mejor visualización de los órganos en una intervención quirúrgica como los riñones, las glándulas suprarrenales, los ureteros, la vejiga y otros de la cavidad abdominal y pélvica, evitando una gran incisión y disminuyendo el tiempo de cirugía y el dolor en el paciente.
Para realizar el procedimiento se utiliza un laparoscopio que es un tubo muy largo y fino que se inserta en el abdomen del paciente y ayuda a tener una visualización interna de los órganos abdominales a través de una cámara de video que tiene colocada en su extremo.
Tabla de Contenidos
Beneficios de la cirugía laparoscópica
Este tipo de cirugía tiene muchas ventajas para los pacientes que se someterán a un procedimiento urológico, como son:
- Menor dolor en comparación con una cirugía tradicional.
- Poca pérdida de sangre porque la cirugía es menos invasiva.
- Menos transfusiones.
- Incisiones de menor tamaño y cicatrices más pequeñas.
- Bajo riesgo de infección.
- Recuperación más rápida.
- Menos tiempo de estancia en el hospital.
- Disminuye las complicaciones generales de la operación y la recuperación.
- Este tipo de intervención también aporta ventajas biológicas como son:
- Disminuye la reposición de líquidos debido a una menor exposición de los tejidos.
- Hay edemas menores en los tejidos y órganos adyacentes.
- Se preserva mejor el estado inmunitario del paciente.
- Hay menos incidencia en las complicaciones de heridas como hematomas o hernias.
Intervenciones quirúrgicas con cirugía laparoscópica
La cirugía laparoscópica se puede dividir en dos, por un lado la laparoscopia diagnóstica que ayudará a determinar el problema abdominal o proporcionar información adicional que complete exámenes médicos y permita dar un mejor diagnóstico, o la cirugía donde se realiza algún procedimiento para resolver el problema detectado.
En el campo de la urología la cirugía laparoscópica se utiliza en patologías de la próstata y renales como son el cáncer de próstata, el cáncer vesical, el cáncer renal o la litiasis renales, así como otro tipo de padecimientos.
Pero en urología no sólo se usa como un procedimiento quirúrgico, también como proceso diagnóstico a través el uso del laparoscopio, que gracias a su sistema óptico acoplado a la fuente de luz en el extremo el urólogo podrá observar las estructuras y diagnosticar patologías.
En una cirugía laparoscopica, por escuela, existen dos maneras de acceder a los órganos urológicos:
- Por el abdomen (transperitoneal): Como su nombre lo indica en este tipo de procedimiento, se accede desde el abdomen y para llegar a los órganos que desea el urólogo se tiene que mover todos los órganos abdominales como los intestinos, el hígado y el vaso, el cual a pesar de ser seguro tiene mayores complicaciones y efectos adversos.
- Por la espalda (retroperitoneal): En este tipo de procedimiento se accede directamente a los órganos de las vías urinarias cómo el riñón, suprarrenal, ureter y próstata desde la espalda del paciente y ha demostrado mejores beneficios para el paciente, ya que el cirujano urólogo no tiene que lidiar con otros órganos. Este tipo de procedimientos no son muy empleados por urólogos en México debido a que se necesita un entrenamiento y experiencia internacional.
Hoy por hoy, gracias a la experiencia adquirida con el Dr. Rassweiler quien ha sido un pionero en este campo reconocido e nivel internacional, el Dr. Rodrigo León es un experto en el abordaje retroperitoneal y sigue teniendo una participación activa en investigación con el Dr Rassweiler
Cirugía laparoscópica vs cirugía tradicional
A la operación laparoscópica también se le conoce como intervención de mínima invasión y el procedimiento para realizarla es a través de varias incisiones de hasta un centímetro, en cada incisión se coloca un instrumento tubular en los cuales se pasa la instrumentación especializada y la cámara llamada laparoscopio.
Antes de iniciar con un procedimiento laparoscópico en urología el abdomen se infla con dióxido de carbono, este gas le permite al médico tener una mejor visibilidad y un mayor espacio para realizar las maniobras. A través del laparoscopio se transmiten las imágenes del interior del cuerpo del área abdominal a unos monitores donde podrá ser visualizado por el equipo médico en el quirófano.
Como se mencionó además de observar la cavidad abdominal el cirujano podrá realizar una cirugía como lo haría de manera tradicional pero con incisiones más pequeñas en el paciente. Dependiendo el tipo de cirugía que se trate es probable que el médico tenga que utilizar su mano e introducirla en la cavidad para hacer alguna maniobra, en este caso utiliza una de las incisiones hechas, y a esa técnica de laparoscopia se le conoce como asistida con la mano.
Al finaliza la laparoscopia se extrae el laparoscopio y los instrumentos que se utilizaron y las incisiones se cierran con pequeños puntos de sutura. Es normal que el paciente experimente dolor en el lugar donde se hicieron las aperturas, sin embargo, es un dolor más reducido que el que provoca una cirugía tradicional.
Otros de los síntomas que experimentará es tener que orinar con más frecuencia debido a la presión que el gas ejerce sobre la vejiga urinaria, también es probable que sienta dolor en los hombros por la irritación del diafragma con el gas ya que comparte nervios con esa zona. Sin embargo, estos síntomas sólo duran las primeras horas de recuperación del paciente.
Dr. Rodrigo León Mar
Cuenta con más de 15 años de experiencia clínica y quirúrgica. Su formación la obtuvo en uno de los mejores centros médicos del país, además tuvo la oportunidad de haber realizado una subespecialidad en cirugía robótica y laparoscópica en Alemania, lo cual le brindó una amplia experiencia y lo preparó para brindar una atención de calidad como cirujano urólogo.